martes, 10 de marzo de 2009

Las mil noches y una noche. Versión original, sin cortes. La ducentésima decimotercera noche

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"Pero cuando llegó la 213ª noche

Ella dijo:

... La colocaron sin soltarla en la tumba de la difunta, y con pocos y rápidos picotazos la despanzurraron para vengar su crimen, le arrancaron las entrañas, y tendieron el vuelo, dejándola en tierra palpitante y agónica...

¡Eso fue todo! Y Kamaralzamán había permanecido inmóvil de sorpresa ante un espectáculo tan extraordinario. Después, cuando las aves se fueron, impulsado por la curiosidad, acercóse al sitio en que yacía el ave criminal sacrificada, y al mirar el cadáver, vio en el estómago desgarrado una cosa colorada que le llamó mucho la atención. Se inclinó, y habiéndola recogido, cayó desmayado de emoción. ¡Acababa de encontrar la cornalina talismánica de Sett-Budur!

Cuando volvió de su desmayo, estrechó contra su corazón el precioso talismán, causa de tanto suspiro, zozobra, pena y dolor, y exclamó: '¡Plegue a Alah que sea éste un presagio de dicha y la señal de que también encontraré a mi muy amada Budur!'

En este momento de su narración, Schehrazada vio aparecer la mañana, y como discreta, se calló."

Continuará: La ducentésima decimocuarta noche...

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Saludos
Valram

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