"Pero cuando llegó la 215ª noche
Ella dijo:
... Separó entonces velozmente la tierra y los guijarros, dejando al descubierto una gran chapa de bronce, que se apresuró a quitar.
Entonces columbró una escalera de diez peldaños bastante altos abierta en la roca; y tras de haber pronunciado las palabras propiciatorias la ilah il'Alah, se dio prisa en bajar, y vio una ancha cueva cuadrada, de construcción muy antigua, de los tiempos remotos de Thammud y Aad; y en aquella cueva abovedada encontró veinte tinajas enormes, colocadas en orden a ambos lados. Levantó la tapa de la primera, y comprobó que estaba completamente llena de barras de oro rojo; levantó entonces la segunda tapa, y advirtió que la segunda tinaja estaba repleta de polvo de oro. Y abrió las otras dieciocho, y las encontró llenas alternativamente de barras y polvo de oro. '
En este momento de su narración, Schehrazada vio aparecer la mañana, y como discreta, se calló."
Continuará: La ducentésima decimosexta noche...
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Valram
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