sábado, 28 de marzo de 2009

Las mil noches y una noche. Versión original, sin cortes. La ducentésima trigésima primera noche

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"Y cuando llegó la 231ª noche

Ella dijo:

'...y no olvides las acertadas frases de uno de nuestros más exquisitos poetas:

¡Nuestro siglo recuerda aquellos tiempos delicados en que vivía el venerable Lot, pariente de Abraham, el amigo de Alah!

¡El anciano Lot tenía una barba cual la sal, que servía de marco a un rostro juvenil, en el cual respiraban las rosas!

¡En su ciudad ardiente, visitada por ángeles, hospedaba a los ángeles, y en cambio daba sus hijas a la muchedumbre!

¡El cielo mismo le libró de su antipática mujer, inmovilizándola al cuajarla en sal fría y sin vida! ¡En verdad os digo que este siglo encantador pertenece a los jóvenes!

Cuando Kamaralzamán oyó estos versos y comprendió su significado, quedóse turbadísimo y se sonrojaron como una ascua sus mejillas; después dijo: '¡Oh rey! tu esclavo te confiesa su falta de afición a esas cosas a las cuales no pudo acostumbrarse. ¡Además, soy harto joven para soportar pesos y medidas que no podría tolerar la espalda de un ganapán viejo!'.

Al oír estas palabras, Sett-Budur se echó a reír a carcajadas, y luego dijo a Kamaralzamán: '¡Verdaderamente, oh joven delicioso, no sé por qué te asustas! Oye lo que tengo que decirte respecto al particular: o eres un adolescente o una persona mayor. Si eres lo primero, o no has llegado a la edad de la responsabilidad, nada te podrán echar en cara; pues no deben censurarse ni considerarse con mirada dura y violenta los actos sin importancia de los menores; si tienes una edad responsable, y así me lo parece al oírte discutir con tanto raciocinio, ¿por qué has de vacilar o asustarte ya que eres dueño de tu cuerpo y puedes dedicarlo al uso que prefieras, y lo que está escrito sucede?

Sobre todo, piensa que yo soy el que debería asustarse, puesto que soy más pequeño que tú; pero yo me aplico estos versos tan perfectos del poeta:

Estando mirándome el niño, mi zib se movió. Entonces exclamó él: '¡Es enorme!' Y yo le dije: '¡Así es fama!'

El replicó: '¡Apresúrate a demostrarme su heroísmo y resistencia!' Pero yo le dije: '¡Eso no es lícito!' El me replicó: '¡Para mi es muy lícito! ¡Apresúrate a manejarlo!' ¡Entonces lo hice pero sólo por obediencia y cortesía!

Cuando Kamaralzamán oyó tales palabras y versos, vio que la luz se convertía en tinieblas delante de sus ojos, y bajó la cabeza, y dijo a Sett-Budur: '¡Oh rey lleno de gloria! ¡Tienes en tu palacio muchas jóvenes y esclavas, y vírgenes muy bellas y tales como ningún rey de este tiempo las posee! ¿Por qué has de abandonar todo eso sólo por mí? ¿No sabes que te es lícito hacer con las mujeres cuanto pueda atraer tus deseos o alentar tu curiosidad y provocar tus ensayos?'

Pero Sett-Budur sonrió, cerrando a medias los párpados y mirándole de reojo, y después contestó: '¡Nada más cierto que lo que dices, oh mi prudente visir tan hermoso! Pero ¿qué hacer, cuando nuestra afición varía de deseo, cuando nuestros sentidos se afinan o transforman, y cuando cambia la naturaleza de nuestro humor? Pero dejémonos de una discusión que no conduce a nada, y oigamos lo que dicen respecto a eso nuestros poetas más estimados. Escucha algunos de sus versos:

En este momento de su narración, Schehrazada vio aparecer la mañana, y como discreta, se calló."

Continuará: La ducentésima trigésima segunda noche...

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Saludos
Valram

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