jueves, 26 de marzo de 2009

Las mil noches y una noche. Versión original, sin cortes. La ducentésima vigésima novena noche

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"Y cuando llegó la 229ª noche

Ella dijo:

'¡Coged a ese, joven y llevadle al hammam! ¡Después le vestiréis suntuosamente, y me lo volveréis a presentar mañana por la mañana, a la primera hora del diwán!' Y lo mandado se ejecutó al momento.

Sett-Budur fue a buscar a su amiga Hayat-Alnefus, y le dijo: '¡Amiga mía, nuestro adorado está de vuelta! ¡Por Alah! he combinado un plan admirable para que nuestro encuentro no sea un golpe funesto para el que de jardinero se ve convertido en rey sin transición. Y es un plan que si se escribiera con una aguja en el ángulo interior del ojo, serviría de lección a los aficionados a instruirse. Y Hayat-Alnefus se puso tan contenta, que se echó en brazos de Sett-Budur, y ambas aquella noche fueron muy formales, para prepararse a recibir con toda frescura al amado de su corazón.

Y por la mañana llevaron al diwán a Kamaralzamán, suntuosamente vestido. Y el hammam había devuelto a su rostro todo su resplandor, y el traje ligero y bien ceñido realzaba su cintura fina y sus nalgas montañosas. Y todos los emires, personajes y chambelanes no se sorprendieron al oír al rey decir al gran visir: '¡Darás a este joven cien esclavos para que le sirvan, y le proporcionarás por cuenta del Tesoro emolumentos que sean dignos del cargo que le voy a conferir ahora mismo!'. Y le nombró visir entre los visires, y le dio tren de casa y caballos, y mulos y camellos, sin contar arcas llenas y armarios. Después se retiró.

Al día siguiente, Sett-Budur -siempre bajo la apariencia de rey de la isla de Ébano- mandó comparecer al nuevo visir, y destituyó de su empleo al gran visir, y después nombró a Kamaralzamán gran visir en su lugar; y Kamaralzamán entró enseguida en el Consejo, y la asamblea fue dirigida por su autoridad.

Sin embargo, cuando se levantó la sesión del diwán, Kamaralzamán empezó a reflexionar profundamente, y dijo para sí: '¡Los honores que me otorga este joven monarca y la amistad con que me honra deben tener seguramente algún origen! Pero ¿cuál será? Los marineros me cogieron y trajeron aquí acusado de haber ensartado a un niño cuando suponían que fuese yo un ex cocinero del rey. Y éste, en vez de castigarme, me envía al hammam, y me da un alto cargo y todo lo demás. ¡Oh Kamaralzamán! ¿Cuál puede ser la causa de suceso tan extraño?'

En este momento de su narración, Schehrazada vio aparecer la mañana, y como discreta, se calló."

Continuará: La ducentésima trigésima noche...

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Saludos
Valram

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