martes, 27 de octubre de 2009

Las mil noches y una noche. Versión original, sin cortes. La cuadringentésima cuadragésima quinta noche

_______________________________
Y cuando llegó la 445ª noche

Ella dijo:

...de llevarlos con él a Bagdad, al palacio del Emir de los Creyentes, el califa Harún Al-Raschid.

Se les concedió audiencia y entraron al diwán, donde ya se había adelantado a ellos el capitán Azote-de-las-Calles, que era uno de los primeros querellantes.

El califa, que obraba por sí mismo siempre, empezó por interrogarles uno tras de otro, al arriero el primero y al walí el último. Y cada cual contó al califa su historia con todos los detalles. Entonces el califa, extremadamente maravillado con aquel asunto, les dijo a todos: ‘¡Por el honor de mis abuelos los Bani-Abbas, os doy seguridad de que todo lo que se os robó os será devuelto! ¡Tú, arriero, tendrás tu burro y una indemnización! ¡Tú, barbero, tendrás todos tus muebles y utensilios! ¡Tú, mercader, tu bolsa y tus vestiduras! ¡Tú, judío, tus alhajas! ¡Tú, tintorero, una tienda nueva! ¡Y tú, jeique árabe, tu caballo, tu traje y tantas bandejas de buñuelos de miel como pueda anhelar la capacidad de tu alma! ¡Pero lo que hace falta ante todo es encontrar a la vieja!’

Y se encaró con el walí y con el capitán Azote, y les dijo: ‘¡A ti, emir Khaled, te serán igualmente restituidos tus mil dinares! Y a ti, emir Mustafá, las alhajas y los vestidos de tu esposa, amén de una indemnización. ¡Pero tenéis que encontrar a la vieja! Os dejo encargados de ello. Al oír estas palabras, el emir Khaled sacudió sus vestiduras y alzó al cielo los brazos, exclamando: ‘¡Por Alah, excúsame, oh Emir de los Creyentes! ¡No me atrevo a volver a encargarme de semejante tarea! ¡Después de todas las jugarretas que me ha hecho esa vieja, no respondo que no dé ella con algún otro medio para lucrarse a mis expensas!’

Y el califa se echó a reír y le dijo: ‘¡Encarga a otro de esa misión entonces!’ El walí dijo: ‘En ese caso, ¡oh Emir de los Creyentes! da tú mismo la orden de buscar a la vieja al hombre más hábil de Bagdad, que es el propio jefe de policía de Tu Derecha, Ahmad-la-Tiña! ¡Hasta ahora no ha tenido nada que hacer, no obstante su habilidad, los servicios que puede prestar y el importante sueldo que cobra!’

Entonces llamó el califa: ‘¡Ya mokaddem Ahmad!’ Y al punto avanzó Ahmad-la-Tiña entre las manos del califa, y dijo: ‘A tus órdenes, ¡oh Emir-de los Creyentes!’

El califa dijo: ‘¡Escucha, capitán Ahmad! ¡Hay una vieja que hace tales y cuales cosas! ¡Y tú eres el encargado de encontrarla y traérmela!’ Y dijo Ahmad la-Tiña: ‘Te garantizo de que te la traeré, ¡oh Emir de los Creyentes!’ Y salió seguido de sus cuarenta alguaciles, mientras el califa hacía que se quedaran con él los cinco y el beduino.

Y he aquí que el jefe de los alguaciles de Ahmad-la-Tiña era un hombre ducho en esta clase de pesquisas, y que se llamaba Ayub Lomo-de-Camello. Como estaba acostumbrado a hablar con libertad a su jefe el antiguo ladrón Ahmad-la-Tiña, se acercó a él, y le dijo: ‘Capitán Ahmad, en Bagdad hay más de una vieja, ¡y por mi barba, que va a ser difícil la captura!’ Y Ahmad-la-Tiña le preguntó: ‘¿Qué quieres decirme con eso, ¡oh Ayub Lomo-de-Camello!?’ El otro contestó: ‘Jamás seremos lo bastante numerosos para conseguir atrapar a la vieja, y opino que debemos convencer al capitán Hassán-la-Peste para que nos acompañe con sus cuarenta alguaciles, pues él tiene más experiencia que nosotros en esta clase de expediciones’. Pero Ahmadla-Tiña, que no quería compartir con su colega la gloria de la captura, contestó en alta voz para que le oyese Hassán-la-Peste, que estaba en la puerta principal del palacio: ‘¡Por Alah! ¡Oh Lomo-de-Camello! ¿Desde cuándo tenemos necesidad de otro para resolver nuestros asuntos?’ Y pasó orgullosamente a caballo, con sus cuarenta alguaciles, por delante de Hassán-la-Peste, a quien mortificó mucho aquella respuesta y también la elección que el califa hizo escogiendo sólo a Ahmad la-Tiña y desdeñándole a él, a Hassán. Y se dijo: ‘¡Por la vida de mi cabeza afeitada, que tendrán necesidad de mí!’

Volviendo a Ahmad-la-Tiña, una vez que llegó a la plaza enclavada delante del palacio del califa, arengó a sus hombres para animarlos y les dijo: ‘¡Oh bravos míos! vais a dividiros en cuatro grupos para hacer indagaciones en los cuatro barrios de Bagdad. ¡Y mañana a mediodía tornaréis a reuniros conmigo en la taberna de la calle Mustafá para darme cuenta de lo que hicisteis o encontrasteis!’ Y tras de acordar de esta manera el punto de cita, se dividieron en cuatro grupos, cada uno de los cuales fue a recorrer un barrio diferente, mientras que por su parte, Ahmad-la-Tiña se dedicaba a husmear el aire a su paso.

En cuanto a Dalila y su hija Zeinab no tardaron en enterarse, por el rumor público, de las indagaciones que el califa encargó a Ahmad-la-Tiña con objeto de detener a una vieja bribona cuyas bellaquerías eran la comidilla de todo Bagdad. Al saber tal noticia, Dalila dijo a su hija: ‘¡Oh hija mía! nada tengo que temer de todos ellos no yendo en su compañía Hassán-la-Peste! porque Hassán es en Bagdad el único hombre cuya perspicacia me pone en cuidado, pues sólo él me conoce y te conoce, y en cuanto quisiera, hoy mismo, podía venir a detenernos, sin que nos fuera posible la menor estratagema para escaparnos de él. ¡Demos, pues, gracias al Protector que nos protege!’ Su hija Zeinab contestó: ‘¡Oh madre mía! ¡Qué buena ocasión es ésta para jugarles alguna mala pasada a ese Ahmad-la-Tiña y a sus cuarenta idiotas! ¡Qué alegría, oh madre mía!’ Dalila contestó: ‘¡Oh hija de mis entrañas! como hoy me siento un poco indispuesta, cuento contigo para mofarnos de esos cuarenta y un bandidos. ¡La cosa es fácil, y no dudo de tu sagacidad!’ Entonces Zeinab, que era una joven graciosa y esbelta, con ojos oscuros en un rostro encantador y claro...

En este momento de su narración, Schehrazada vio aparecer la mañana, y se calló discreta.”

Continuará: La cuadringentésima cuadragésima sexta noche

Para los nuevos suscriptores:
La primera entrada está en Las mil noches y una noche. Antecedentes, de donde pueden navegar dando click en la opción “Entrada más reciente“, al pié de la página.

Saludos
Valram

¡Recibe la colección competa en tu e-mail!, suscríbete aquí, ¡es completamente gratis!