lunes, 26 de julio de 2010

Las mil noches y una noche. Versión original, sin cortes. La septingentésima trigésima séptima noche

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Pero cuando llegó la 737ª noche

Ella dijo:

…Y en el fondo de aquel agujero apareció una losa horizontal de mármol de cinco codos de ancho con una anilla de bronce en medio.

Al ver aquello, Aladino, espantado, lanzó un grito, y cogiendo con los dientes el extremo de su traje, volvió la espalda y emprendió la fuga, agitando las piernas. Pero de un salto cayó sobre él el maghrebín y le atrapó. Y le miró con ojos medrosos, le zarandeó teniéndole cogido de una oreja, y levantó la mano y le aplicó una bofetada tan terrible, que por poco le salta los dientes, y Aladino quedó todo aturdido y se cayó al suelo.

Y he aquí que el maghrebín no le había tratado de aquel modo más que por dominarle de una vez para siempre, ya que le necesitaba para la operación que iba a realizar, y sin él no podía intentar la empresa para la que había venido. Así es que cuando le vio atontado en el suelo le levantó, y le dijo con una voz que procuró hacer muy dulce: ‘¡Sabe, Aladino, que si te traté así fue para enseñarte a ser un hombre! ¡Porque soy tu tío, el hermano de tu padre, y me debes obediencia!’ Luego añadió con una voz de lo más dulce: ‘¡Vamos, Aladino, escucha bien lo que voy a decirte, y no pierdas ni una sola palabra! ¡Porque si así lo haces sacarás de ello ventajas considerables y en seguida olvidarás los trabajos pasados!’ Y le besó, y teniéndole para en adelante completamente sometido y dominado, le dijo: ‘¡Ya acabas de ver, hijo mío, cómo se ha abierto el suelo en virtud de las fumigaciones y fórmulas que he pronunciado! ¡Pero es preciso que sepas que obré de tal suerte únicamente por tu bien; porque debajo de esta losa de mármol que ves en el fondo del agujero con un anillo de bronce se halla un tesoro que está inscripto a tu nombre y no puede abrirse más que con tu presencia! ¡Y este tesoro, que te está destinado, te hará más rico que todos los reyes! Y para demostrarte que ese tesoro está destinado a ti y no a ningún otro, sabe que sólo a ti en el mundo es posible tocar esta losa de mármol y levantarla; pues yo mismo, a pesar de todo mi poder, que es grande, no podría echar mano a la anilla de bronce ni levantar la losa, aunque fuese mil veces más poderoso y más fuerte de lo que soy. ¡Y una vez levantada la losa no me sería posible penetrar en el tesoro, ni bajar un escalón siquiera.

¡A ti únicamente incumbe hacer lo que no puedo hacer yo por mí mismo! ¡Y para ello no tienes más que ejecutar al pie de la letra lo que voy a decirte! ¡Y así serás el amo del tesoro, que partiremos con toda equidad en dos partes iguales, una para ti y otra para mí!’

Al oír estas palabras del maghrebín, el pobre Aladino se olvidó de sus fatigas y de la bofetada recibida, y contestó...

En este momento de su narración, Schehrazada vio aparecer la mañana, y se calló discretamente.”

Continuará: La septingentésima trigésima octava noche

Noticias de referencia:
Las mil y una noches, denunciado por indecente
http://www.eluniversal.com.mx/notas/678635.html

Editan “Las mil y una noches” de Vargas Llosa
http://www.eluniversal.com.mx/cultura/61906.html

¿Y si “Las mil y una noches” lo escribió una mujer?
http://www.eluniversal.com.mx/cultura/61873.html

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Valram

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