lunes, 30 de marzo de 2009

Las mil noches y una noche. Versión original, sin cortes. La ducentésima trigésima tercera noche

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"Y cuando llegó la 233ª noche

Ella dijo:

. . . a qué atenerse sobre la moda nueva de que hablaba el poeta. De modo que repuso: '¡Oh rey del siglo! ¡Ya que tienes tanto empeño, prométeme que no haremos eso juntos más que una vez! ¡Y si consiento, sabe que es para tratar de demostrarte en seguida que es preferible volver a la moda antigua! De todos modos, por mi parte, deseo que me prometas formalmente que nunca me pedirás la repetición de este acto, cuyo perdón pido por anticipado a Alah el Clemente sin límites'.

Y Sett-Budur exclamó: '¡Te lo prometo formalmente! ¡Y yo también quiero pedir remisión a Alah misericordioso, cuya bondad carece de límites, para que nos haga salir de las tinieblas del error a la luz de la verdadera sabiduría!'

Después añadió:

'¡Pero en verdad, hay que hacerlo sin remedio!, aunque no sea más que una vez, para dar la razón al poeta que dice:

¡La gente, oh amigo mío, nos acusa de cosas que nos son desconocidas, y dice de nosotros todo lo malo que piensa!

¡Ven amigo! ¡Seamos lo bastante generosos para dar la razón a nuestros enemigos, y ya que sospechan una cosa, hagámosla siquiera una vez! ¡Después nos arrepentiremos, si te parece! ¡Ven amigo dócil, a trabajar conmigo para dejar en paz la conciencia de nuestros acusadores!

En este momento de su narración, Schehrazada vio aparecer la mañana, y como discreta, se calló."

Continuará: La ducentésima trigésima cuarta noche...

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Saludos
Valram

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