jueves, 3 de junio de 2010

Las mil noches y una noche. Versión original, sin cortes. La sexcentésima sexagésima cuarta noche

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Pero cuando llegó la 664ª noche

Ella dijo:

…e intentaste hacerle renegar de nuestra santa religión y precipitarla en los horribles errores de tu creencia maldita?’

El judío contestó: ‘¡Oh amo nuestro! ¡Por vida de la cabeza de Yacub, de Muza y de Aarún, te juro que esta joven es mi esposa legal!’ Entonces exclamó el walí: ‘¡Que le den una paliza!’ Y los guardias le tiraron al suelo y le aplicaron cien palos en la planta de los pies, cien palos en la espalda y cien palos en las nalgas. Y como continuara en sus gritos y vociferaciones, protestando y afirmando que Zein Al-Mawassif le pertenecía legalmente, el walí dijo: ‘¡Ya que no quiere declarar, que le corten las manos y los pies, y que le fustiguen!’

Al oír esta terrible sentencia, exclamó el judío: ‘¡Por los cuernos sagrados de Muza! ¡Si sólo eso basta para salvarme, declaro que no es mi esposa esta mujer y que se la he quitado a su familia!’

Entonces pronunció el walí: ‘¡Ya que ha declarado, que le encarcelen! ¡Y que esté preso toda su vida! ¡Sean castigados así los judíos descreídos!’ Y al punto los guardias ejecutaron la orden. Y arrastraron al judío hasta la cárcel. Y sin duda allí moriría en su descreimiento y en su fealdad.

¡Que Alah no tenga nunca compasión de él! ¡Y precipite su alma judía en el fuego del último piso del infierno! ¡Pero nosotros somos creyentes! ¡Y reconocemos que no hay más Dios que Alah y que Mohamed es el Enviado de Alah!

En cuanto a Zein Al-Mawassif, besó la mano del walí, y acompañada por sus cuatro doncellas Hubub, Khutub, Sukub y Rukub, volvió a las tiendas y ordenó a los camelleros que levantaran el campo y se pusieran en camino para el país de su bienamado Anís.

Y he aquí que viajó sin contratiempos la caravana, y hacia la noche del tercer día, llegó a un monasterio cristiano que estaba habitado por cuarenta monjes y por su patriarca. Y este patriarca, que se llamaba Danis, estaba precisamente sentado a la puerta del monasterio, tomando el fresco, cuando acertó a pasar por allí en su camello la joven sacando la cabeza fuera de la litera. Y a la vista de aquel rostro de luna, el patriarca sintió que se rejuvenecía su vieja carne muerta; y se le estremecieron los pies, la espalda, el corazón y la cabeza. Y se levantó de su asiento e hizo señas a la caravana para que se detuviese, e inclinándose hasta el suelo ante la litera de Zein Al- Mawassif, invitó a la joven a apearse y descansar con todo su acompañamiento. Y la instó vivamente a pasar la noche en el monasterio, asegurándole que de noche estaban los caminos infestados de bandoleros salteadores. Y Zein Al-Mawassif no quiso rehusar la oferta de esta hospitalidad, aunque viniera de cristianos y monjes; se apeó de su litera y entró en el monasterio seguida por sus cuatro acompañantes.

Y he aquí que el patriarca Danis, abrasado de amor por la belleza y los encantos de Zein Al- Mawassif...

En este momento de su narración, Schehrazada vio aparecer la mañana, y se calló discretamente.”

Continuará: La sexcentésima sexagésima quinta noche

Noticias de referencia:
Las mil y una noches, denunciado por indecente
http://www.eluniversal.com.mx/notas/678635.html

Editan “Las mil y una noches” de Vargas Llosa
http://www.eluniversal.com.mx/cultura/61906.html

¿Y si “Las mil y una noches” lo escribió una mujer?
http://www.eluniversal.com.mx/cultura/61873.html

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Valram

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