lunes, 18 de mayo de 2009

Las mil noches y una noche. Versión original, sin cortes. La ducentésima octogésima segunda noche

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"Pero cuando llegó la 282ª noche

Ella dijo:

'...un líquido blanco, que se espesa merced al calor del compañón y cuyo olor recuerda al de la leche de palmera'.

El sabio exclamó: '¡Con qué sagacidad has respondido! Pero todavía tengo que hacerte dos últimas preguntas. ¿Puedes decirme qué ser viviente no vive más que aprisionado y muere en cuanto respira el aire libre? ¿Y qué frutas son las mejores?'

Ella contestó: '¡El primero es el pez, y las segundas son la toronja y la granada!'

Cuando oyó el médico todas estas respuestas de la bella Simpatía, no pudo por menos de declararse incapaz de cogerla en un error científico, y se dispuso a ocupar de nuevo su sitio.

Pero se lo impidió con un gesto Simpatía, y le dijo: 'Es preciso que a mi vez yo te haga una pregunta:

'¿Puedes decirme, ¡oh sabio! qué cosa hay redonda como la tierra y que se aloja en un ojo, ausentándose de este ojo unas veces y penetrando otras en él, que copula sin órgano masculino, que se separa de su compañero durante la noche para enlazarse a él durante el día y que elige su domicilio habitual en las extremidades?'

A esta pregunta el sabio se atormentó en vano el espíritu, porque no supo responder, y después de quitarle su manto a instancia del califa, Simpatía contestó por sí misma: '¡Es el botón con el ojal!'

Tras de lo anterior, irguióse entre los venerables jeiques un astrónomo, que era el más famoso entre los astrónomos del reino, y a quien miró sonriendo la bella Simpatía, de antemano segura de que él le encontraría los ojos más enigmáticos que todas las estrellas de los cielos.

El astrónomo fue a sentarse ante la adolescente, y luego del acostumbrado preámbulo, le preguntó: '¿De dónde sale el sol y adónde va cuando desaparece?'

Ella contestó: 'Sabe que el sol sale de los manantiales de Oriente, y desaparece en los manantiales de Occidente. Ciento ochenta son estos manantiales. El sol es el sultán del día, como la luna es la sultana de las noches. Y dijo Alah en el Libro: 'Soy yo quien otorgó su luz al sol y su resplandor a la luna y quien les asignó lugares matemáticos que permitiesen conocer el cálculo de los días y los años. ¡Yo soy quien fijó un límite a la carrera de los astros y prohibió a la luna que jamás esperase al sol, así como a la noche que se adelantase al día! ¡Por eso el día y la noche, las tinieblas y la luz, sin mezclar su esencia nunca, se identifican continuamente!'

El sabio astrónomo exclamó: '¡Qué respuesta tan maravillosa de precisión! Pero, ¡adolescente! ¿Puedes hablarnos de los demás astros y decirnos sus influencias buenas y malas?

Ella contestó: 'Si tuviera que hablar de todos los astros necesitaría consagrar a ello más de una sesión. Sólo diré, pues, pocas palabras. Además del sol y la luna, existen otros cinco planetas, que son: Ultared (Mercurio), El-Zohrat (Venus), El-Merrihk (Marte), El-Muschtari (Júpiter) y Zohal (Saturno).

'La luna, fría y húmeda, de influencia buena, está en Cáncer, su apogeo es Tauro, tiene por inclinación a Escorpión y por perigeo a Capricornio.

'El planeta Saturno, frío y seco, de influencia maligna, está en Capricornio y Acuario, su apogeo es Libra, su inclinación Aries y su perigeo Capricornio y Leo.

'Júpiter, de influencia benigna, está en Tauro, tiene por apogeo a Piscis, por inclinación a Libra y por perigeo a Aries y a Escorpión. 'Mercurio, de influencia unas veces benigna y maligna otras, está en Géminis, tiene por apogeo a Virgo, por inclinación a Piscis y por perigeo a Tauro.

'Y por último, Marte, cálido y húmedo, de influencia maligna, está en Aries, tiene por apogeo a Capricornio, por inclinación a Cáncer y por perigeo a Libra'.

Cuando el astrónomo hubo oído esta respuesta, admiró mucho la profundidad de los conocimientos de la joven Simpatía. Sin embargo, intentó turbarla con alguna pregunta más difícil, y la interrogó:

'¡Oh joven! ¿Crees que este mes tendremos lluvias?'

En este momento de su narración, Schehrazada vio aparecer la mañana, y se calló discretamente."

Continuará: La ducentésima octogésima tercera noche...

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Valram

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